Abadía de Admont: el aniversario es también un aniversario de desarrollo regional
Además del desarrollo de una infraestructura turística, el monasterio benedictino y sus empresas generan valor añadido regional y numerosos puestos de trabajo. Cómo la enseñanza social cristiana se convirtió en el motor económico de toda una región.
950 años de abadía de Admont significan también 950 años de desarrollo regional. Si en un principio sus actividades económicas se centraban sobre todo en la agricultura y la silvicultura, hace tiempo que la abadía de Admont ha abierto nuevos sectores de actividad. El éxito de estos cambios de la abadía benedictina queda demostrado por el florecimiento de las empresas de la región de Admont. "Somos un empleador importante en la región y queremos seguir siéndolo en el futuro. Esto se debe a que contribuimos significativamente a salvaguardar el nivel de vida de las personas que viven aquí", afirma el Director de Asuntos Económicos de la Abadía de Admont, Franz Pichler, subrayando la importancia de la abadía como uno de los mayores empleadores de la región. Entre las empresas emblemáticas de la abadía benedictina de Admont figuran la industria maderera de Admont y el productor de energía Envesta. Además de sus tareas económicas, la abadía se dedica desde hace siglos a su misión educativa. Este año, la Escuela de Gramática de la Abadía de Admont celebra su 380 aniversario. La enseñanza se imparte en el monasterio desde 1074. En 1644, la antigua escuela de latín se convirtió en la Abbey Grammar School, que no ha dejado de crecer desde su fundación. Sólo en los últimos años, el monasterio benedictino ha invertido más de 6 millones de euros en el establecimiento educativo. Sin embargo, no son sólo las instalaciones sino también el enfoque educativo el que sigue una misión moderna.
Promover el desarrollo turístico
Reforzar las infraestructuras regionales para asegurar el empleo y contrarrestar la emigración también se considera una tarea esencial en el ámbito del turismo, como subraya Pichler. El Museo de la Abadía de Admont recibe unos 60.000 visitantes al año, lo que también repercute positivamente en el número de pernoctaciones en la región, según el director económico de la Abadía de Admont. Tras la apertura del museo hace 21 años, la abadía benedictina ha vuelto a tomar la iniciativa de impulsar el turismo en la gran región de Admont con la construcción del hotel "Spirodom". La zona de ocio del Kaiserau, gestionada por la abadía benedictina, también contribuye de forma significativa. En los últimos años, el altiplano, que se ha consolidado principalmente como una atractiva zona de esquí familiar, se ha convertido en un destino para todo el año. "Un proyecto de gran envergadura que hemos podido realizar junto con nuestros socios", afirma Mario Brandmüller, Director General de Kaiserau Tourismus GmbH. Existe una larga relación con Raiffeisen, "que se basa en una visión compartida. Una visión basada en la solidaridad, el respeto mutuo, el compromiso con la región y la búsqueda de un futuro prometedor", explica Martin Schaller, Director General de Raiffeisen-Landesbank Steiermark, al explicar por qué el banco participó en la construcción de un parque infantil de 2.000 m² en Kaiserau. La cooperación con GRAWE también es importante, afirma Brandmüller. Una asociación basada en valores compartidos, como subraya el Director General de GRAWE, Klaus Scheitegel: "Con nuestro apoyo, no sólo queremos honrar el aniversario, sino también reforzar la misión del monasterio de preservar el pasado y forjar el futuro." Según Franz Pichler, Director de Asuntos Económicos de la Abadía de Admont, esta fructífera unión de fuerzas hará tangible la evolución positiva de la economía y el turismo no sólo en la gran región de Admont, sino en toda Estiria.