Nuevos medios 3 copia escalada
Nuevos medios 3 escalados
Nuevos medios 1 2 escalados
Nuevos medios 2 1 a escala

Exposición especial en la sala de manuscritos

Poder y "nuevos medios de comunicación" en el umbral de la modernidad temprana

A lo largo de su reinado, el emperador Maximiliano I encargó a importantes eruditos y artistas que informaran sobre sus hechos y donaciones con palabras e imágenes. Con ello pretendía asegurar su memoria, su "Gedechtnus", para la posteridad y servir de ejemplo a futuros príncipes. Para ello utilizó nuevas técnicas y estrategias que se desarrollaron en el umbral de la Edad Moderna.

Nuevos medios 2 1 a escala
Nuevos medios 1 2 escalados
Nuevos medios 3 escalados
Nuevos medios 3 copia escalada

La producción de manuscritos se había comercializado a finales de la Edad Media; talleres como los de Ulrich Schreier en Salzburgo y Viena complementaban las salas de escritura monásticas y también permitían a los particulares encargar manuscritos a su gusto. Hacia 1450, la invención de la imprenta tipográfica por Johannes Gutenberg anunció un periodo de cambio en los medios de comunicación y sentó las bases para la producción masiva de textos. Los primeros libros impresos se inspiraron en manuscritos medievales. Maximiliano utilizó los nuevos medios e hizo producir obras biográficas que ensalzaban sus logros en forma narrativa. Maximiliano supo plasmar hechos históricos en forma de ficción: Como el caballero Theuerdank, se embarca en innumerables aventuras en el camino hacia su novia Ehrenreich, que representa a su primera esposa, María de Borgoña (1457-1482), y como Weißkunig cuida de su "Gedechtnus".

El Freydal es un libro de torneos que narra la vida del joven emperador Maximiliano I de forma alegórica. Como demuestran las notas manuscritas, el propio Maximiliano intervino repetidamente en la obra para hacer correcciones. No sólo le preocupaba la duplicación, sino también la perfección: para el Theuerdank, cuya primera edición apareció en 1517, diseñó su propio tipo de letra con diversas variantes de letras individuales y muchos elementos decorativos. La obra contiene también numerosas xilografías realizadas por destacados artistas de la época. Como la capacidad de leer era la excepción y no la regla, Maximiliano I también difundía sus mensajes por otros medios: Los decretos se leían en público, por ejemplo, y las imágenes llegaban al pueblo por medio de monedas. Durante su vida, Maximiliano estuvo más que preocupado por su muerte y su fama póstuma: La planificación de su sepultura a lo largo de varios años y el encargo de pintar un retrato suyo tras su muerte son prueba de ello. También se han conservado octavillas con motetes, es decir, canciones, que se utilizaron para difundir la noticia de la muerte de Maximiliano inmediatamente después de su fallecimiento en 1519.

Cuando un hombre muere, no queda de él más que sus obras [...] Quien no se acuerda de él en vida, no tiene memoria después de su muerte, y será olvidado con las campanas.

Del "Weißkunig"