La Abadía de Admont acoge un simposio científico

La Abadía de Admont acoge un simposio científico

Fundada en 1074, la abadía benedictina de Admont, en Alta Estiria, celebra este año su 950 aniversario. La abadía fue fundada por el arzobispo Gebhard de Salzburgo, que mandó construir un monasterio por orden de Santa Hemma de Gurk. Eligió Admont como emplazamiento para su construcción. Una decisión estratégica, como sabe el padre Maximilian Schiefermüller, prior de la abadía de Admont: "Admont formaba parte de la diócesis de Salzburgo. Ya existía una parroquia y cerca se extraía sal en Hall. En aquella época, ésta era una base económica importante para la fundación de ciudades y monasterios". La última morada del arzobispo Gebhard se encuentra también en Admont. "Las fuentes indican que los restos mortales del fundador del monasterio fueron sacados de la tumba y enterrados en el altar mayor de la colegiata", dice el prior Schiefermüller, "pero queríamos saber con seguridad si esto es realmente así". Así pues, la comunidad monástica de Admont retiró el sarcófago del altar mayor. Después lo abrieron en presencia de los monjes y de un restaurador. Lo que salió a la luz fue un esqueleto totalmente conservado, que fue montado por la antropóloga de Graz Silvia Renhart. "El esqueleto fue examinado médica y antropológicamente para determinar si se trataba realmente de los huesos del arzobispo Gebhard", explica el prior de Admont. Los resultados de las muestras hablan por sí solos: el esqueleto corresponde a un hombre del siglo XI de unos 75 años, una rareza para la época. Esto significa que "todo apunta a que es efectivamente el arzobispo Gebhard quien descansa aquí, en Admont", afirma feliz el prior Schiefermüller.